El tratamiento del paciente que no muerde correctamente puede ser preventivo (ORTOPEDIA) cuando el paciente es diagnosticado a temprana edad, o correctivo (ORTODONCIA) cuando no es necesario pasar por un tratamiento ortopédico o bien, cuando el diagnóstico se realiza una vez que el crecimiento ha finalizado.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, es indispensable establecer un diagnóstico. Para lograrlo, lo primero es el examen clínico que realizamos en la primera cita. En esta primera ocasión, además de platicar sobre las inquietudes del paciente, se hace un análisis facial visual y una inspección de la salud de la boca y de las articulaciones temporomandibulares.
También se piden auxiliares para el diagnóstico, que son radiografías, fotografías, modelos de estudio y hasta tomografías. Una vez que contamos con ellos, los analizamos detalladamente, establecemos el diagnóstico y decidimos un plan de tratamiento.
ORTOPEDIA
Es recomendable acudir a consulta a edad temprana, ya que hay ocasiones en que un tratamiento ortopédico disminuye la gravedad del problema oclusal y puede hasta evitar la fase ortodóncica.
Durante la etapa de la dentición temporal, el paciente va a seguir creciendo. Por eso es que podemos empezar a trabajar en la redirección del crecimiento de los huesos de la cara en caso de que se encuentre alguna desproporción.
La mayoría de los aparatos ortopédicos son removibles, lo que hace indispensable la cooperación del paciente y de sus padres. Un aparato sencillo, usado con constancia, puede ayudar a lograr excelentes resultados.
ORTODONCIA
Aunque muchos piensan que corregir las posiciones de los dientes es solo para niños, en edad adulta también se puede realizar, ya que, a menos que exista una patología, los tejidos responden igual al estímulo mecánico tanto en jóvenes como en personas maduras.
Si el paciente tiene discrepancias óseas grandes, este es el momento de llevar a cabo la cirugía ortognática.
En todos los casos podremos seleccionar con qué aparatos se logrará el objetivo, desde lo más común, que son los brackets metálicos, pasando por los discretos brackets traslúcidos, hasta la ortodoncia con alineadores invisibles.
Es común que el paciente asocie el consultorio dental a la atención de enfermedades relacionadas solo con los dientes y muchas veces desconoce que la boca se encuentra formada por diversas estructuras, todas susceptibles a sufrir alteraciones.
MEDICINA BUCAL
La medicina bucal se encarga del diagnóstico clínico y tratamiento de todas las enfermedades de la boca y la región maxilofacial, así como el tratamiento de las alteraciones que no requieren solución quirúrgica, ortopédica o protésica. Los tratamientos son fundamentalmente farmacológicos. La MEDICINA BUCAL también estudia las manifestaciones bucales de las enfermedades que comprometen el estado general del paciente para aplicar el tratamiento odontológico correcto.
PATOLOGÍA BUCAL
En ocasiones, será necesario tomar una muestra del tejido alterado y realizar un estudio microscópico para establecer un diagnóstico definitivo. El diagnóstico microscópico se establece a través de la observación de diversas características de las células que componen el tejido estudiado.
También se pueden requerir estudios radiográficos que arrojan información adicional acerca de la condición de los tejidos duros relacionados con la lesión.
La articulación témporomandibular
El hueso temporal del cráneo y el maxilar inferior o mandíbula se unen mediante la articulación témporo mandibular (ATM), que está formada por músculos, huesos, ligamentos y nervios.
La combinación de bruxismo (rechinar los dientes) o briquismo (apretar demasiado los dientes), malposición dentaria y estrés, forma un círculo vicioso que puede dar lugar a una disfunción en la articulación témporomandibular.
SINTOMATOLOGÍA DE LA DISFUNCIÓN DE LA ARTICULACIÓN TÉMPOROMANDIBULAR
Cuando se desencadenan los síntomas, se agrava el estrés. Eso empeora la disfunción y la malposición dentaria. El paciente ejerce mayor bruxismo/briquismo y aumenta el dolor.
Estas molestias pueden presentar dificultad para el diagnóstico y confundirse con alguna otra patología, haciendo que muchos pacientes consulten diversos especialistas antes de ser diagnosticados.
Otros piensan que no tienen cura y se acostumbran a vivir con el dolor.
Es necesario romper ese círculo. Para lograrlo, una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento inmediato consiste en el uso de un guarda oclusal que se fabrica a partir de medidas especificas para la necesidad de cada paciente.
El uso del guarda oclusal con los ajustes que se le van realizando durante el tratamiento proporciona el equilibrio dental necesario para estabilizar la articulación témporomandibular.
El tratamiento debe ser integral, y puede también incluir masajes, terapia laser, terapia térmica, técnicas de relajación, cambio de hábitos alimenticios, corrección de la postura y en algunos casos, medicación.
A largo plazo, es coveniente hacer un tratamiento ortodóncico para colocar todos los dientes en sus posiciones óptimas.
Endodoncia
La caries puede avanzar tanto, que llegue a infectar incluso la pulpa, entonces, es necesario recurrir a la endodoncia, que consiste en eliminar el tejido blando del interior del diente, limpiar para acabar con la infección y obturar la cámara pulpar. En ocasiones, este trabajo puede resultar muy complicado, ya que hay dientes de difícil acceso o con raíces curvas o conductos estrechos. En estos casos, el odontólogo general remitirá al paciente para que lo trate el especialista (endodoncista).
Periodoncia
Otra labor del odontólogo general es la atención de las enfermedades que afectan al periodonto, es decir, los tejidos que sostienen a los dientes. La enfermedad periodontal o periodontitis empieza por la gingivitis y, si no se atiende, puede incluso dañar el hueso y provocar la pérdida de dientes que pueden estar sanos.
Si el odontólogo detecta que hay una enfermedad periodontal que requiere un tratamiento más profundo, remitirá al paciente con el especialista (periodoncista).
Cirugía maxilofacial
El cirujano maxilofacial se encarga de procedimientos complejos como cirugías previas a colocación de prótesis, enucleación de quistes, biopsias de tejidos duros y blandos, entre otros. La extracción o exodoncia de dientes que presentan dificultades por su posición o por su forma y la de terceros molares o “muelas del juicio” que no tienen suficiente espacio para erupcionar también debe ser realizada por el cirujano maxilofacial.
Prótesis
Los dientes perdidos deben ser restituidos para que el sistema masticatorio pueda seguir funcionando y también para restablecer la estética. Esto se logra gracias a la prótesis dental. Cuando un paciente necesita la restitución de la mayoría de sus dientes o el caso implica a las articulaciones témporomandibulares, deberá ser atendido por el rehabilitador bucal o protesista.
Implantología
Una manera de restituir los dientes perdidos es con la colocación de implantes de titanio, sobre los que se coloca una corona. Este es un trabajo donde participan varias especialidades: Cirugía, periodoncia y prótesis.
Todos debemos visitar al odontólogo general por lo menos dos veces al año. Esa es la mejor manera de mantener una buena higiene; prevenir y detectar a tiempo enfermedades bucales.
Las labores del odontólogo o dentista general son muy diversas: van desde acciones sencillas relacionadas con la prevención, como enseñar la técnica de cepillado, o colocar selladores de fosetas y fisuras, hasta tratamientos complejos que pueden estar encaminados a restablecer la salud y la función o bien a mejorar la estética de la sonrisa.
Aunque el odontólogo general está preparado para atender diversos padecimientos de la boca, los órganos que más requieren su atención son los dientes.
La caries es la enfermedad que más comúnmente sufren los dientes. Cuando están afectados únicamente los tejidos duros, el odontólogo debe remover la parte afectada, limpiar cuidadosamente y obturar la cavidad con diversos materiales.